Friday, June 08, 2007

...agua clara, agua pura, agua.... josefa ayinco....

...al desandar las huellas con el sol aún tratando de despertar y buscando todavía el roce ocular de alguna lanita de color, de esas en las que el negro puso su confianza pa que pudiesen llegar los invitados y que nadie logró ver ( igual llegamos casi todos..... faltó el leo ) ... al regresar de mañana tratando de convencerme que eso que se distingue con el alba y que el negro dijo que era una cascada.... es una cascada! .... al tener que volver al cotidiano sin ninguna gana, con mucho sueño y con la mochila llena de ropa de invierno que no se usó, y que llevamos porque el negro dijo que en el sur nunca se sabe con el clima... reviso imágenes sin editar de este hermoso fin de semana...
...musas de colores se fueron colando entre la variedad arcoírica de personajes alrededor de la Josefa Ayinco, al son de algunos tambores y de obertura en si del río que nos miraba, los espíritus de los cuatro elementos tomaron lugar y se dispusieron a jugar mientras ngenechen y la ñuke mapu regaban de colores sepia la llegada del atardecer, llenaban de colores de tiempos inmemoriales y sus sabidurias, llenaban de regalos el mundo para los que quisieramos ver, llenaban la ronda de colores pa pintar a la Josefa....
... y el agua se fue manifestando y ocupando los espacios para lavar y limpiar emociones, vidas y sueños, los ojos de algunos de nosotros dieron cuenta de la posesión....
... la tierra no se queda atrás y nos acoge y envuelve en una gama de colores preparados todos para saludar el esperado momento en que la josefa les es presentada...
... el fuego fue llenando poco a poco las almas de estos participantes que entre bailes y mantras nos conectamos con los centros de energía para ofrendarlos a la josefa, y cual salamandras nos revolcamos en los brasos de las estrellas que comenzaron a asomar...
... y el aire nos conecto con nuestra esencia vital, movió nuestros ramajes internos para dibujar una canción en cada uno de nosotros con el soplo de vida y que depositamos en un don, que nos preguntamos y preparamos y que por fin ofrendamos a la josefa ayinco...
... y el sol que miraba hacia atrás y la luna, con la que comentaba las bendiciones de la ñaña fueron los testigos y padrinos de este pacto de amor entre la vida, la josefa y todos los que fuimos regalados con la posibilidad de estar allí, todos los que pusimos nuestra energía y amor, todos los que compartimos con el cosmos su regocijo y emoción...

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